Cuento de Jana Martínez de 6ºB

LA NOCHE DE HALLOWEEN

En el mundo de Dulzópolis existen muchos tipos de chuches diferentes. Hay chocolatinas, helados, galletas, caramelos, chicles… Pero un día sucedió algo rarísimo.

Era la noche antes de Halloween,  cuando, de repente aparecieron unas malvadas brujas hechas de maíz. Como todos temían que les convirtieran en amargos, nadie se atrevía a plantarles cara y se apoderaron de Dulzópolis en un abrir y cerrar de ojos.

-¡Hay que hacer algo! –dijeron las Oreo-.

-Sí, tienen razón. No podemos seguir así –decían los Lacasitos y los Sugus- ¿Qué podemos hacer?

-Contraatacar –dijeron los Mentos, muy seguros-. Tenemos un plan. Lacasitos, vosotros entretendréis a las brujas. Mientras, los Sugus entrarán en su castillo y robarán el gran libro de hechizos. Estad atentos a que las brujas os vean. Le pasaréis el libro a las Oreo que irán hasta el volcán Coca Cola. Entonces nosotras tiraremos el libro y las brujas desaparecerán. Un lacasito bastante preguntón dijo:

 -¿y por qué desaparecerán?

-Verás, las leyendas sobre las brujas decían que si el libro de hechizos desaparecía, ellas también.

Como a todos les pareció bien la idea, hicieron el plan al día siguiente, en Halloween.

Todo iba bien, pero los Sugus se dieron cuenta de que no todas las brujas habían salido. Decidieron que las entretendrían mientras que Manzanelo, el más rápido, cogía  el libro. A partir de ahí, todo fue bien.

Cuando los Mentos tiraron el libro, las brujas explotaron y se convirtieron en palomitas de maíz. Y fueron felices y comieron malvaviscos.