No, a los juguetes feos.
No, precisamente en Navidad
que son días de amor, que son días de paz.
Los juguetes son para jugar a jugar
(de verdad),
no para jugar a matar
(de mentira).
Tanto tanto,
tanto tonto,
tanto tanque,
para nada.
Las pistolas (ni de agua).
El revólver (ni de broma).
La escopeta (ni tocarla).
Los juguetes para todo.
Y las armas para nada.
¡Niños del mundo, negáos,
no admitáis esos regalos!
Chupilandia. Valladolid: Editorial Miñón, 1992, pág. 66
Los poemas de Pillo. Ediciones SM, 2004, pág. 16
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